Enero en la playa

-¿Todavía tienes frío?

Bueno, cierra los ojos un minuto, que te llevo a un lugar.

entre la hierba,

entre el verde estalla sin previa llamada,

casi por sorpresa, siempre cenicienta,

la luz de la mañana.

Facto Delafé y Las flores azules.

Bubble

Igual le apetece tumbarse en la cama a escuchar música. Igual no, igual le apetece pintar. Igual le apetece una magdalena, o un helado de dulce de leche y avellana. Igual le apetece cambiar su cuarto de estilo, y volver a pegar los posters de cuando tenía 12 años. Igual le apetece madurar, igual solo volver a tener 5 años. Igual le apetece dormir. Igual le apetece reirse a carcajadas. Igual le apetece esconderse bajo las sábanas. Igual le apetece mirarle a los ojos. Igual le apetece que haga tanto frío que tenga que salir con bufanda y guantes a la calle. Igual le apetece estar en silencio. Igual le apetece tostarse al sol. Igual le apetece pelo morado, o rubio, o pelirrojo, incluso...naranja! Igual le apetece un abrazo. Igual le apetece estudiar. Nah..no lo creo. Igual le apetece hacer el pino. Igual probarse todos los tacones del armario. Igual le apetece estar con él. Igual le apetece pintarse las uñas de color azul claro. Igual le apetece escribir la mejor historia que nadie ha imaginado. Igual le apetece un te quiero. Igual le apetece una mañana con colacao y una prima juguetona. Igual le apetece crear una burbuja perfecta, en la que entre todo lo que quiere. Igual le apetece tumbarse a ver las estrellas. Igual le apetece una tarde de domingo.

oldMemories

Y se dejó llevar. Entró en la sala, la madera crujía vieja y estropeada bajo sus pies. La estancia era fría, al igual que la luz que entraba a través de la ventana. Avanzó a través de esa habitación y se acercó a la ventana, y corrió una cortina, revolviendo en ese movimiento, polvo y recuerdos. Recuerdos que tejieron una nueva escena en un tiempo perdido en el olvido…
Estaba en la misma sala, de noche. El fuego de la chimenea daba a todo un color mucho más vivo, y una calidez acogedora. Enfrente de ella, se erguía el fantasma de una chica, que todavía conservaba el rubio en sus rizos y el brillo de la ilusión en los ojos. Miraba impaciente a través del cristal, formando pequeñas marcas de bao con cada suspiro. Esperaba algo, o a alguien. De pronto sonrió, como sonríen las idiotas. Como sonríen las enamoradas. Una figura vestida de negro había aparecido por la calle, y se había detenido enfrente de la puerta bajo la ventana. El entusiasmo de la joven era palpable, tanto que inundó la habitación, y le hizo olvidar a ella, la protagonista, que ahora eran arrugas las que adornaban su rostro, y su pelo se parecía más al plateado de la luna que al dorado del sol. Sin embargo, en sus ojos grises y ancianos, el brillo seguía vivo, al recordar cómo cuando había bajado las escaleras y abierto la puerta, no la recibió un hola, sino una sonrisa. Una sonrisa que decía te quiero.

Talking about happiness

y luego, luego estás tú.

Dos palabras.

Si fumara...

y tuviera una talla 32, me tumbaría en el alfeizar de la ventana, con una camiseta blanca manchada de pintura, el pelo recogido en un moño y un cigarette entre los dedos, al estilo más bohemio. Me sentaría a mirar la luna, si es que sale (las estrellas no suelen fallarme), mientras la imaginación y la inspiración se dan una vuelta, esperando a que vuelvan a hacerme completa esclava y entera partícipe de sus deseos creativos.

The one I told you.

En el pudor de la noche, en un acto de rebeldía, cuélate por mi ventana y mientras se hace de día, acomódate sobre mi espalda, bocabajo tirado en la cama. Dibuja figuras sobre mi piel desnuda, hazme rozar el cielo con caricias que anticipen travesuras.

Ahora que pienso en ello, tus labios ya no saben a caramelo. Son tus besos los que ahora me recuerdan, aquellas razones entre hielos. Esas que susurrábamos con carácter desgarbado, sobre la barra de algún bar sofisticado. Y así fue como pasamos, de la indiferencia al interés, de la impaciencia al querer, de las noches que se hacen cálidas por tu paso, a las frías lunas que extrañan tus abrazos.

Olvídate de todo ahora, te dejo elegir carita pecadora;

-Venga vamos, ¿hacemos el amor o nos follamos?

Y démosle un tributo al cuerpo, al amor y al desenfreno. Porque esta noche nos vamos donde sea y me haces lo que quieras.

 

**Fuera de contexto emocional**