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08 noviembre 2010

Karma


Pensamos que podemos controlar nuestra vida, pero no podemos.

Solo controlamos nuestros actos, ni estos en muchas ocasiones. Tampoco los actos de otras personas, que tambien repercuten en nuestra vida. Y por ende, tambien nosotros influimos en la de los demás. De modo que solo nos queda esperar que los demás actúen bien, y para ello, empecemos por nosotros mismos. Del resto se encarga el Karma.

Si se encuentra una margarita en el extremo de un banco, piensa que alguien la puso ahí para hacerla sonreír. Ella la recoge entre sus manos, alegra su día con ese aroma a inocencia y se la lleva. No en un acto de egoismo, sino para volver a depositarla en el extremo de otro banco, de otro parque al otro lado de la ciudad, sabiendo que así, compartirá su felicidad con alguien que sepa verla en un pequeño detalle en forma de flor.


2 Pensamiento(s):

Olaya dijo...

La propia vida nos controla sin remedio.

Christian Bliss dijo...

wow qué entrada más cool

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