Vendrás a buscarme a las 21:30 exáctamente. Ni antes ni después. Cenaremos algo en casa y me ayudarás a decidir que ponerme. Y no valdrá un todo te queda bien, no. Va a ser un 'ese vestido es el que vas a ponerte', y te aguantarás las ganas de deshacerte de él inmediatamente.
Nos acercaremos al centro, a mi ritmo, porque recordarás que camino sobre 12 centímetros de aguja. Nos encontraremos con gente por la calle, y les sonreiremos a todos, y lo más importante, no te soltarás de mi cintura ni un segundo. Puede que entremos en algún pub con música alta y ahí empezará la noche, donde nos encontraremos con amigos y no podré evitar echarme un baile con ellas, y tú tomarte algo con ellos. Pero sin perderme de vista ni un momento. Saldremos todos juntos y nos iremos a otro bar igual de divertido, donde los tequilas se beban por rondas de chupitos, una carrera de dos a ver quien aguanta más seguidos. Y para dejarte ganar a pesar de mi orgullo, prometo echarme sal a un lado del cuello, y zumo de limón al otro.
Y sentiremos esas ganas de reír estúpidamente divertidas. Y ese calor, que no cede ni ante el frío de la noche en camisa y tirantes. Ni ante el tacto de la fría pared de la calle cuando no puedas evitar besarme. Y empezará a llover, y correremos atravesando la calle, a carcajada limpia sin paraguas y calándonos, mi pelo ceniza vuelve a ser rizado, tu camisa deja de ser holgada...y me llevas a casa... en estas condiciones...'no quieres que me ponga mala...'
Don't you want to hold the gun?(8)